EL CHOCOLATE: DE MÉXICO PARA EL MUNDO
- Rafael Paramo
- 19 jun 2024
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Si bien, el origen de la planta del cacao ha sido tema de investigación, en donde se le atribuye a Centroamérica el desarrollo de esta planta, fueron los Olmecas quienes domesticaron y empezaron a hacer productos con las semillas de cacao; de hecho, la primer bebida de la cual se tiene conocimiento constaba de habas de cacao molidas y mezcladas con agua, hierbas, y por supuesto chiles. Esta bebida se la llamaba xchocalt.
Y así como en todas las cosas que tienen origen el el México prehispánico, el orígen del cacao lo cuenta una de (a mi parecer) las más bonitas leyendas que existen, se dice que Quetzalcóatl (el dios de la sabiduría y la fertilidad) dio a los toltecas granos de cacao para que estuvieran bien alimentados y pudieran ser estudiosos y sabios. Quetzalcóatl había robado el árbol de cacao del paraíso de los dioses y lo plantó en Tula, en lo que ahora es Tula de Allende, en Hidalgo, México. Luego, pidió a Tláloc (el dios de la lluvia) que enviara lluvia para que el árbol creciera, y a Xochiquetzal (diosa del amor y la belleza) que le diera flores hermosas. Así, la planta floreció y dio los frutos que ahora conocemos y valoramos.
Con el paso del tiempo, los Mayas adoptaron el cultivo y el uso del cacao, perfeccionando sus usos empezando con una bebida muy parecida a la que hacían los olmecas, llamándola tchocolat, siendo esta bebida reservada únicamente para emperadores, nobles y guerreros, ya que en aquella época, la semilla de cacao y sus habas eran más preciadas que el oro, e incluso se llegó a usar como moneda de cambio en los trueques.
Con la llegada de los españoles a tierras mexicanas, se piensa que Hernán Cortés, al ver a los jefes de estado consumir esta bebida negoció la compra de cacao por oro, fue así como empezaron a disfrutar de esta misma bebida, con la única diferencia de que los españoles agregaron azúcar para hacerla dulce. En una de las cartas que envió a Carlos V, comentó que solo bastaba una taza de esta bebida para reponer la fuerza de un soldado por todo un día, siendo un remedio natural para garantizar (de cierto modo) la supervivencia.
Aproximadamente en 1528, cuando Hernán Cortés regresó a España, trajo consigo un cargamento de cacao junto con los utensilios necesarios para trabajarlo. Al llegar a España, las vainas de cacao se fermentaban, secaban al sol, tostaban y presionaban entre piedras calientes hasta obtener una pasta. Esta pasta se moldeaba en barras y se le añadía agua, azúcar o miel, y especias; dando lugar al inicio del chocolate como lo conocemos hoy en día.
El chocolate y su perfeccionamiento llegó a Francia en 1615, seguido de Alemania e Inglaterra en 1646 y 1657 respectivamente. En 1828 Coenraad Van Houten Inventó la cocoa, y en 1870 Daniel Peter mezcló el cacao con azúcar y leche para dar lugar a las barras de chocolate que conocemos hoy en día.
Con el paso de los años hemos visto el nacimiento de diferentes tipos de chocolate, ya sea el obscuro, con leche, blanco y en 2017 el chocolate rosa; sin embargo, sea cual sea tu preferencia en chocolate algo es seguro: es uno de los muchos productos que nació en México para el mundo entero... no hay de qué.
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